Para mejorar las finanzas, lo primero es conocer los gastos. Hay dos tipos: fijos (como casa y comida) y variables (cosas como luz y agua que cambian). También están los gastos hormiga, como salidas o compras pequeñas que suman mucho. Evítalos planificando cuánto gastar en cada cosa, siempre asegurándote de no gastar más de lo que ganas.